jueves, 3 de marzo de 2022

Bienvenidos a la casa de muñecas —Todd Solondz

 

FICHA TÉCNICA

 

  • Título: Bienvenidos a la casa de muñecas (Welcome to the dollhouse)
  • Año: 1995
  • Dirección: Todd Solondz
  • Duración:  87 min.
  • Guion: Todd Solondz
  •  Música: Jill Wisoff
  •  Fotografía: Randy Drummond
  •  Reparto. Heather Matarazzo, Angela Pietropinto, Victoria Davis, Christina Brucato, Brendan Sexton III, Daria Kalinina, Matthew Farber, Eric Mabius, Ken Leung 
  • Sinopsis: Dawn es una niña de once años que se siente incomprendida tanto en el instituto como en su propia casa. Fea, desaliñada y enamoradiza, la niña intentará salir adelante a pesar de vivir en un ambiente bastante enrarecido.

 

 

Película triste, mórbida y divertida (en el sentido más negro de la palabra) como todo el cine de Todd Solondz. Una visión al mundo interior de una niña atascada en la mediocridad más absoluta de una familia de clase media americana, en la que es ignorada y poco querida, y que además es una paria en la escuela, donde es acosada por sus compañeros de maneras tan retorcidas como crueles.

 

Lo mejor de esta película (y lo que la distingue de tantísimas otras películas sobre el tema) es que aborda el bullying de forma realista, lejos de todo maniqueísmo. A diferencia de la mayoría de las protagonistas de esta clase de películas, Dawn no es ninguna mártir digna de compasión, sino más bien todo lo contrario, porque a medida que avanza la historia, nos damos cuenta de que en el fondo es tan mala como los matones que hacen de su vida un infierno, lo cual tiene todo el sentido del mundo. 

 

En la vida real, las víctimas de abusos semejantes no siguen siendo buenas pese al sinfín de putadas que les ocurren, sino que a menudo acaban convirtiéndose en verdugos tan despreciables como aquellos que las atormentaron. Dawn es un personaje realista y creíble precisamente por eso, porque reacciona como lo haría cualquiera en su situación, es decir, convirtiéndose en una persona amargada que se desquita con aquéllos a los que percibe como más débiles que ella.

 

Pero del mismo modo que las víctimas de bullyng se tratan en la película de forma realista, también los <<abusones>> reciben el mismo trato, puesto que la película no los pinta como monstruos sino como personas que, como Dawn, también han sido heridas y están buscando la manera de devolverle al mundo el dolor que han experimentado. 

 

De este modo, verdugos y víctimas son lo mismo e igualmente dignos de compasión, por mucho que a primera vista pudiera parecer lo contrario. 


Lo más interesante es que al final (al contrario de lo que suele suceder en las películas con esta temática) la vida de Dawn no ha mejorado, sino que ha ido incluso a peor. No hay karma alguno para aquellos que hicieron de su experiencia escolar un tormento indecible. No hay redención ni villanos, tampoco héroes. El único consuelo que le queda a la protagonista es que, al menos, la vida sigue. 

 

 VALORACIÓN: 10 —EXCELENTE


 

 

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